Semana 9


La clase del 18 de marzo la iniciamos con apenas 5 estudiantes, faltaban muchos por llegar. Como de costumbre comenzamos con la lectura de las bitácoras. Los ausentes a la clase anterior fueron los seleccionados para hacer la lectura  para así poder familiarizarse con los temas vistos.

Relacionando el tema  de las bitácoras, hablamos de los videos publicados sobre los atentados ocurridos en Nueva Zelanda y Brasil. Cobos nos dijo que eso era una forma de alimentar el morbo, si las personas quieren mirarlos pueden hacerlo, pero, lo mejor es no compartirlos porque es una forma de terrorismo y eso también nos convierte en portadores de malas noticias. Es curioso porque Facebook tiene censura para los videos de desnudos o con  derechos de autor, pero el algoritmo falló, porque para censurar los videos de masacres y  muertes no existe nada.

Recordando el tema de la intimidad, Cobos trajo a colación la frase de Popeye, la mano derecha de Pablo Escobar, “cualquiera que tenga celular está muerto”. Hoy en día en cuestión de segundos nos pueden pinchar las llamadas, saber acerca de todas nuestras conversaciones. Todo se sabe, no existe la intimidad. Otra tema a recalcar, fue el de que los usuarios siguen creyendo que las redes sociales son gratis, aún no están conscientes de que pagan con su información. El error del siglo XXI es creer que existen cosas gratis, seguimos siendo muy ingenuos.

Continuando la clase, hablamos de  Nuevas tecnologías Nuevas enfermedades. La llegada de la era del internet trajo consigo muchas ventajas como el hecho de acércanos con los que están lejos o el fácil acceso que tenemos a la información. Pero, más que ventajas tiene desventajas como lo son las enfermedades producidas por las nuevas tecnologías.

1)    Whatsappitis: Es la adicción a mandar mensajes por la aplicación de WhatsApp, puede llegar a generar dolor en las falanges y muñecas. También las personas empiezan a sentir o escuchar alertas de mensajes sin que estos en realidad hayan llegado.

2)    Nomofobia: Es un trastorno que produce ansiedad o angustia ante la ausencia de teléfono móvil. También, se produce cuando las personas se sienten excluidas del grupo por no estar conectados con los dispositivos.

3)    Phubbing: Es de las enfermedades más comunes y tristes que contrajo la sociedad. El internet nos acercó a las personas que teníamos lejos, pero nos alejó de las que teníamos cerca. Hoy en día cuando vamos a un restaurante o a reuniones con amigos la principal atención está en los celulares, las personas  están concentrados en compartir que están con los amigos y mostrar lo que hacen y no disfrutan el momento. Los seres humanos no nos damos cuenta que estamos desperdiciando momentos importantes con nuestros seres queridos que jamás regresarán.

Para complementar lo anterior, en el TED talk  “Is Social Media Hurting Your Mental Health”, Bailey Parnell  habla sobre consecuencias no deseadas de las redes sociales en la salud mental.  Ella muestra estudios donde el centro para la salud mental universitaria encontró que los tres diagnósticos principales en los campus universitarios son: ansiedad, depresión y estrés. Estos también son conocidos como  causales que conllevan la suicidio en a mayoría de adolescentes.

Parnell da a conocer porcentajes muy preocupantes con respecto a las redes sociales. Uno de estos  es que el 90% de los jóvenes de 18 a 29 años están en las redes sociales y pasan en promedio dos horas del día allí.  Otro, es que el 70% de la población canadiense esta en redes sociales y la participación electoral no es ni siquiera del 70%. Los usuarios  se encargan de criticar a su nación a través de las diferentes plataformas de internet   cuando ni siquiera son capaces de ir a ejercer el voto, creen que generando debate en twitter se puede llegar a lo lograr  algún cambio.

Según Bailey existen cuatro estresores en las redes sociales  los cuales tienen efectos duraderos en nosotros y que si no se controlan se pueden convertir en problemas de salud mental.

1)    Highlight Reel: Colección de los mejores y más brillantes momentos. Las redes sociales se convirtieron en un lucha de quien sale más de viaje, quien tiene más fotos con sus amigos, quién sale mejor en las fotos. Los usuarios solo muestran una parte de su vida,  como sus victorias o su felicidad y muy  probablemente es falsa. Esto genera inseguridad, porque constantemente  empezamos a compararnos con las demás personas preguntándonos cosas como ¿por qué él si puede viajar todo el tiempo? ¿Por qué yo no tengo esa ropa? ¿soy fea (o)? Diariamente nos hacemos más daño del que creemos.

2)    Social Currency: Lo usamos para atribuir valor a un bien o servicio. En redes sociales los “me gusta”, “compartir” y los comentarios  se han convertido en la moneda social por la cual atribuimos valor a algo. En marketing lo llaman “economía de la atención”, todo está compitiendo por nuestra  atención y cuando le damos esa atención finita se convierte en una transacción registrada atribuyendo valor, lo que es  algo bueno si vendes  discos o ropa. El problema es que  en nuestras redes sociales NOSOTROS SOMOS EL PRODUCTO, estamos dejando que otros nos atribuyan valor como si fuéramos objetos, todos conocemos a alguien que ha borrado algún contenido porque no obtuvo los “me gusta” que quería: sacamos nuestro producto del estante porque no se vendía lo suficientemente rápido. Esto está cambiando nuestro sentido de identidad, estamos atando nuestra autoestima de lo que otros piensan de nosotros, nos importa más lo que piensen los demás que lo que nosotros pensemos de nosotros mismo. Tenemos que conseguir la perfección con las fotos, tomamos 300 para asegurarnos que a los demás les va a gustar y esperamos el perfecto momento para publicar ( Una vez una amiga me dijo que la mejor hora para publicar una foto era tipo 6 de la tarde, a esa hora es posible que obtengas más likes)

3)    Fear of missing out (F.O.M.O): Es el miedo a estar desconectado, a perderse de algo que pueda ocurrir en redes sociales. Nuestro sistema nervioso central trabaja con la fórmula  de estímulo-respuesta, al igual que las redes sociales. Al instante de subir una foto o compartir contenido recibes “me gusta” o las personas comentan, esa interacción constante es la que nos genera la adicción. Por ejemplo, hace unas semanas con la caída de Instagram, Facebook y WhatsApp muchas personas estaban desesperadas por no poder entrar a sus cuentas y no poder compartir o ver nuevo contenido,  muchos usuarios duraron desconectados por más de 8 horas.


4)    Online Harassment (acoso en línea) : 40% de los adultos en líneas han experimentado acoso en línea, el 73% lo ha presenciado.  Es mucho más probable que te suceda si eres una mujer, LGTB, una persona de color o musulmana. Por ejemplo, un muchacho se quitó la vida luego de que un compañero lo grabó en secreto besando a otro chico y lo publicó en twitter. Escuchamos estas historias a diario, el error esta en pensar que nunca nos va a poder pasar a nosotros.


Parnell concluye que estamos experimentando la misma adicción que con las drogas, empezamos a tener dependencia, literalmente no podemos vivir sin ellas, nos las quitan un día y nos sentimos perdidos.  Es por esto que Bailey plantea las siguientes estrategias preventivas de afrontamiento que necesitan hoy en día la mayoría de los usuarios :

1)    Reconocer el problema
2)    Auditar la dieta en las redes sociales
3)    Crear una  mejor experiencia en línea
4)    Modelar buen comportamiento

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